Evaluación personalizada: diagnóstico clínico (basado en DSM-5) y valoración de funciones ejecutivas o patrones emocionales.
Terapia centrada en evidencia: trabajamos desde una orientación integradora, ya que combinamos CBT, terapia sistémica y mindfulness para la regulación emocional.
Neurointervención adaptativa: trabajamos con adultos diagnosticados tardíamente con TDAH o TEA, desarrollando herramientas para estructurar la vida personal, familiar y laboral.
Trabajo relacional y de apego: exploramos patrones vinculares, código emocional y límites, fortaleciendo vínculos sanos y autonomía emocional.
Planes de recuperación emocional: aplicamos pautas individualizadas para el duelo, la tolerancia al malestar y el crecimiento personal sostenido.