Vivimos en una sociedad que exige estar siempre disponibles, productivos y en control. Esta presión constante ha convertido a la ansiedad en uno de los principales motivos de consulta psicológica en la actualidad. Cada vez más personas acuden a terapia por síntomas como preocupación excesiva, dificultad para desconectar, sensación de ahogo o tensión corporal.
Señales de alarma:
Pensamientos rumiantes que no se detienen
Inquietud constante o sensación de amenaza
Problemas para dormir o desconectar
Irritabilidad y cansancio persistente
Desde Pneuma trabajamos con técnicas cognitivo-conductuales para identificar los pensamientos distorsionados, ejercicios de regulación fisiológica (respiración, relajación muscular) y la construcción de rutinas protectoras. Aprender a gestionar el estrés no es solo "dejar de preocuparse", sino transformar nuestra relación con las emociones.
Busca apoyo. No tienes por qué vivir con ansiedad de forma crónica. En terapia podemos acompañarte a recuperar la calma, fortalecer tus recursos y construir una vida más presente.
Los adolescentes y adultos jóvenes enfrentan hoy una realidad emocional desafiante: soledad, presión académica, comparación constante en redes, y un futuro incierto. Todo esto ha aumentado los cuadros de ansiedad, depresión, crisis existenciales e incluso el consumo de psicofármacos sin supervisión.
Señales frecuentes:
Desmotivación, tristeza o aislamiento
Cambios de sueño o apetito
Autolesiones o pensamientos autodestructivos
Uso de sustancias o fármacos para calmarse
Ofrecemos un espacio seguro donde los jóvenes puedan expresar sus emociones, descubrir su identidad y fortalecer sus habilidades de afrontamiento. Trabajamos con herramientas adaptadas a su etapa vital, conectando con su realidad desde la autenticidad.
Acompañar, no juzgar. Muchas veces los jóvenes no necesitan "soluciones rápidas", sino ser escuchados y comprendidos. En Pneuma creamos ese espacio de confianza y cuidado.
"No controlo lo que siento" o "me siento mal sin razón aparente" son frases frecuentes en consulta. La dificultad para gestionar emociones intensas, también conocida como disregulación emocional, puede derivar en conflictos de pareja, crisis personales, somatizaciones o conductas impulsivas.
Indicadores comunes:
Reacciones exageradas ante pequeños conflictos
Cambios bruscos de ánimo
Sensación de vacío o inestabilidad emocional
Dependencia afectiva o evitación de vínculos
Desde la psicología basada en la evidencia, entrenamos la identificación emocional, la validación interna, la tolerancia al malestar y la toma de decisiones reguladas. Incorporamos herramientas de Mindfulness y Terapia Dialéctico-Conductual (DBT).
Sentir no es el problema, el problema es no saber cómo gestionarlo. Aprender a relacionarnos de forma más saludable con nuestras emociones es clave para el bienestar.
El trauma no siempre es algo "grande" o evidente. A veces se origina en vínculos inseguros, carencias afectivas o vivencias repetidas de invalidación emocional. Este tipo de heridas psicológicas condicionan nuestras relaciones, autoestima y forma de estar en el mundo.
Manifestaciones del trauma relacional:
Miedo al rechazo o al abandono
Sensación de no ser suficiente
Dificultades para confiar o vincularse
Repetición de patrones disfuncionales
En Pneuma abordamos estas heridas con una mirada compasiva y sistémica. Integramos elementos de terapia centrada en el apego y psicoterapia integradora para trabajar la narrativa personal y sanar desde la relación terapéutica.
Sanar el trauma es posible. Requiere tiempo, presencia y un espacio seguro.
Cada vez más personas adultas descubren que sus dificultades de atención, hiperfocalización, sensibilidad emocional o sensorial tienen una explicación: TDAH, autismo o altas capacidades. Estos diagnósticos tardíos suelen traer alivio, pero también preguntas e inseguridades.
Preguntas frecuentes:
¿Siempre fui así? ¿Por qué nadie lo vio antes?
¿Cómo organizar mi vida con esta nueva información?
¿Cómo explicarlo en mi entorno o en el trabajo?
En Pneuma realizamos evaluaciones y acompañamientos psicoterapéuticos para integrar el diagnóstico con respeto, información clara y herramientas prácticas. Trabajamos desde una mirada neuroafirmativa, que no busca "normalizar" sino potenciar el bienestar individual.
Entender tu neurodivergencia no es una etiqueta: es un punto de partida para conocerte mejor y construir desde ahí.
Durante décadas, el diagnóstico de condiciones como el TDAH o el autismo estuvo centrado en varones, dejando fuera a muchas niñas y mujeres adultas. Esto ha provocado una ola de diagnósticos tardíos en mujeres que crecieron sintiéndose “raras”, “demasiado sensibles” o “exageradas”.
Síntomas más comunes en mujeres con TDAH o TEA:
Agotamiento por máscara social
Hiperempatía y sensibilidad extrema
Ansiedad, baja autoestima o autocrítica constante
En terapia ayudamos a resignificar estas vivencias desde una comprensión neuroafirmativa, reconectando con la historia personal desde el respeto y la compasión. No se trata solo de poner nombre, sino de sanar el impacto del no haber sido vistas.
Alta sensibilidad: ¿hipersensibles o profundamente perceptivos?
Muchas personas se sienten “demasiado sensibles” para este mundo. Ruidos, luces, emociones intensas o la energía social pueden abrumarlas con facilidad. Este rasgo, conocido como Alta Sensibilidad (PAS), no es un trastorno, sino una forma distinta de procesar la información sensorial y emocional.
Características típicas:
Notan detalles que otros no perciben
Procesan con profundidad lo que viven
Son fácilmente sobreestimulables
En Pneuma ofrecemos espacios para explorar este rasgo, fortalecer la autorregulación y poner límites protectores. Comprender tu alta sensibilidad te permite vivirla como un recurso, no como una carga.
Psicología deportiva: el diálogo interno como clave del rendimiento
En el deporte, la mente es tan decisiva como el cuerpo. El diálogo interno –lo que nos decimos antes, durante y después de la competición– impacta directamente en la motivación, concentración y tolerancia a la frustración.
Algunas frases internas que restan rendimiento:
“No puedo fallar”
“No soy tan bueno como los demás”
“Si pierdo, no valgo”
Desde Pneuma trabajamos con deportistas, porteros y entrenadores para construir un lenguaje interno más funcional, resiliente y consciente. Potenciamos el foco atencional, la autoconfianza y la gestión emocional, colaborando con nutricionistas y preparadores físicos si es necesario.
El rendimiento óptimo nace de una mente entrenada y en calma.